Desde la psicología

Existen diferentes caminos para ejercer la psicología. En Justicia Laboral XXI podemos apoyar desde diferentes escenarios desde este ámbito. A grandes rasgos, practicamos aquí estas tres grandes áreas:

Psicología clínica

El contexto de aplicación es en consultorio psicológico. En este escenario, la persona acude motivada por un interés personal más que legal y por ello se pretende iniciar un proceso terapéutico entablando una relación terapéutica basada en el respeto y la confidencialidad. Se provee un espacio privado que el/la paciente hace propio y en ese espacio se puede exponer cada una de las inquietudes, desacuerdos, sentimientos, emociones o recuerdos que de alguna manera han marcado nuestro presente y no nos permiten sentirnos del todo bien. Así, con el apoyo de una experta es posible conseguir una reelaboración de nuestra historia que nos permita reconstruirnos y reconocernos en armonía con el mundo, en armonía con nosotros.

Psicología organizacional

Esta área está más enfocada a la atención de las nuevas modalidades y retos que van presentando las empresas para su adecuado funcionamiento, así como al cuidado de su personal para poder alcanzar tanto las expectativas empresariales como el bienestar integral de las personas empleadas, un bienestar que incluye la estabilidad física, psicológica y emocional de cada una de ellas. Con esto se intenta consolidar y fortalecer a las organizaciones desde lo más profundo de su configuración, así como al personal y las relaciones interpersonales que se desarrollan dentro del entorno laboral. Al final, el objetivo es encontrar un beneficio individual y colectivo.

Psicología forense

Dentro de un juicio laboral, a veces es necesario evaluar psicológicamente a una persona para poder dimensionar de mejor manera las afectaciones que haya sufrido en su trabajo, o hasta para hacerlo con quien agrede. Para hacer esto puede elaborarse un dictamen pericial en psicología, una evaluación psicológica o, en el escenario de los nuevos juicios laborales ante un tribunal, asesorar a las partes que requieren cuestionar el dictamen del perito designado por el juzgador. La intervención psicológica está delimitada (temporalmente con número reducido de sesiones desde el inicio y una entrevista semiestructurada que permite obtener datos para el examen mental, las alteraciones cognitivas, físicas o emocionales derivadas del entorno laboral, determinando a su vez psicopatologías que pudieran estar presentando los trabajadores) pues lo que se busca es proporcionar información que robustezca la defensa de la persona evaluada en el contexto judicial.