Es bastante predecible que en el momento en que los órganos jurisdiccionales vuelvan a abrir, cientos de demandas nuevas estarán esperando. En tantas semanas, seguramente la mayoría de litigantes pusieron al día sus expedientes y prepararon promociones y amparos. En otras palabras, se avecina una avalancha de trabajo al interior de las Juntas.
A este escenario, hay que sumar un factor inédito: habrá que seguir conservando el mayor distanciamiento posible. Por ello, el primer foco de atención se dará en las oficialías de partes, pues las filas largas y la acumulación de gente son algo que debe ser evitado. Ante esto, el único modo alternativo a recibir toda la documentación de un jalón es el de programar la atención para tratar de reducir la aglomeración de gente.
Lógicamente, para poder hacer lo anterior, se requiere de más personal que el habitual al que atiende oficialía de partes. Por ello, sería conveniente en los primeros días de regreso a las labores dedicar una semana solo a recibir esa nueva documentación.
Además de ese lapso, se requeriría coordinación con el mayor número de usuarios posibles, lo que implicaría poner en marcha una organización similar a la propuesta en las dos entregas anteriores. Debido a que la atención por llamadas teléfonicas puede ser más difícil si muchas personas se comunican al mismo tiempo, en este caso podría ser más útil poner a disposición de los litigantes un correo electrónico a fin de que hicieran del conocimiento de cada Junta el número de demandas y escritos que presentarán a fin de poder agendar el momento, dentro de esa primera semana, en que podrán ser atendidos para recibir toda esa documentación.
Considerando que esta situación sería necesaria por una sola vez, el uso de correo electrónico podría ser más funcional que el de otros medios tecnológicos pues solo se necesita del aviso del litigante para así agendar la recepción de los documentos. Por la misma vía podría luego hacerse saber a los litigantes la fecha en que pueden acudir a presentar sus documentos.
Para la recepción tendrían que habilitarse entonces el mayor número de áreas o mesas posibles en cada Junta, pues de lo contrario sería muy complicado atender a las que seguramente serán muchas personas con necesidad de presentar documentos.
Este tipo de medida permite conciliar tanto la reanudación del servicio como el evitar la concentración de personas. Si antes algo así era inimaginable, ahora es indispensable pensar en alternativas de esta clase pues lo más relevante seguirá siendo reducir los riesgos de contagio, lo que hasta ahora solo puede lograrse eludiendo la concentración masiva de personas. No basta solo con reabrir oficialía de partes de forma normal, pues el principio sanitario de distanciamiento debe prevalecer. Si se abriera la oficialía sin ningún tipo de orden podrían generarse amontonamientos y molestias que pueden tratar de evitarse mediante la programación señalada.
Desde un punto de vista técnico, esta estrategia solo requiere el uso de correo electrónico para poder generar la coordinación sugerida con los litigantes, además de una organización especial por parte de las autoridades por esta ocasión. Este esquema puede resultar más latoso que el solo abrir las oficialías y esperar a la gente, pero es algo posible y, sobre todo, permitiría reducir los riesgos sanitarios de mejor manera tanto para el personal como para los litigantes.
[Publicado originalmente el 09 de mayo de 2020 aquí].